Clases de meditación

¿Qué es la meditación?

La meditación existe desde hace más de 3.000 años.

La palabra «meditación» viene del griego «melété», que significa «entrenamiento», «ejercicio».

La meditación es, por lo tanto, un tipo de entrenamiento de la mente.

También es un vector activo de transformación personal para quienes lo practican.

Muchas personas hablan de un «viaje interior», de un retorno a uno mismo, de una introspección.

Meditación y religión

La meditación es importante en muchas tradiciones religiosas como el budismo, el hinduismo y el sufismo.

Sin embargo, también puede abordarse desde un punto de vista totalmente laico, por ejemplo, a través de la meditación en la atención plena.

¿Cual es el objetivo de la meditación?

El objetivo de la meditación es conocer y comprender nuestra mente.

De este modo podemos determinar las causas de nuestro malestar mental, e incluso físico, para tratar de liberarnos del mismo.

Se trata de entrar plenamente en el momento presente y entrar en estrecho contacto con uno mismo.

La meditación consiste en ser testigos de lo que ocurre en nuestro interior y liberarnos gradualmente de hábitos y respuestas automatizadas que nos perjudican.

Meditación y yoga

La meditación y el yoga están muy relacionados.

De hecho, la meditación es uno de los 8 pasos del Ashtanga Yoga.

A menudo oímos que el «objetivo» del yoga es conseguir ser capaz de meditar.

Antes de llegar a este nivel, el de la meditación, se pasan por 7 prácticas preliminares sucesivas: la disciplina social, la ética personal, la respiración, cerrar las puertas sensoriales, concentración y finalmente meditación.

En la última etapa, para los meditadores expertos con muchos años de práctica, se entra en Samadhi, un estado especial de la mente, en el que ésta se vuelve muy flexible y ligera, y se experimenta un estado especial de gozo, de unión y unidad perfecta con la realidad última.

Como vemos, la meditación, según el Yoga, no es un estado innato sino una práctica y, además, una práctica progresiva, paso a paso.

El gran sabio Patanjali (muy recomendable su escritos Los Aforismos de Patanjali) explica que la mente humana está en un estado de dispersión constante, opuesto activamente al estado de meditación.

Es decir, nuestra mente está constantemente agitada y distraída por los estímulos del mundo exterior.

Los pensamientos se suceden en nuestra mente, a lo largo del día, unos tras otros y de forma desordenada, sin darnos tregua.

Por ello, a menudo nos vemos sumidos en el estrés, la ansiedad y la tensión mental.

Pero ¿cómo podemos dejar de pensar, para poder vaciar nuestra mente?

No se puede dejar de pensar, ya que el pensamiento es la actividad natural de la mente.

El objetivo de la meditación no es vaciar la mente, sino observarla, observar nuestros pensamientos, con una cierta distancia ecuánime. No podemos dejar de pensar, pero sí poner el foco allí donde queramos.

Algunas técnicas de meditación

En una de ellas, la meditación con soporte, se da a la mente un objeto en el que concentrarse, como la observación y seguimiento de la respiración, los latidos del corazón, una imagen, un objeto o incluso un sentimiento.

Por ejemplo, sintamos entrar el aire con la respiración, al principio no se nota, pero el aire entra frío y seco, hace un recorrido y sale caliente y húmedo. Con la práctica esto se aprecia y es reconfortante concentrarse en ello.

Otro ejemplo son los latidos; es relativamente fácil sentir el corazón, pero el latido se extiende, en el pecho, por la espalda, en las yemas de los dedos, en las sienes, en la lengua… es una cuestión de práctica, no es difícil, es sencillamente una tarea de adiestramiento.

A medida que transcurre el proceso de meditación, los pensamientos disminuyen sin ningún esfuerzo.

Al igual que el agua embarrada se vuelve clara al dejarla reposar, nuestra mente también se vuelve clara, al dejar que los pensamientos se vayan “posando”, con el transcurso del tiempo y usando la técnica adecuada.

A medida que se practica, la mente se vuelve más tranquila, más serena, más resiliente.

Gracias a la meditación, podemos conseguir volver a centrarnos y sentirnos más capaces de afrontar el día a día con la calma necesaria como para tomar decisiones acertadas.

¿Cuáles son los beneficios de la meditación?

Cuando se practica correctamente y con regularidad, la meditación aporta muchos beneficios que han sido probados por numerosos estudios científicos realizados en los últimos años.

7 de los principales beneficios de la meditación (¡hay muchos más!)

• Mejora en gran medida nuestra capacidad de atención y concentración.
• Mejora la agilidad mental.
• Los meditadores suelen sentirse mucho más tranquilos, con un impacto positivo en sus relaciones sociales.
• Los meditadores son menos propensos a la ira y la depresión.
• La meditación reduce la ansiedad antes de los exámenes.
• Mejora el sueño y aumenta la energía vital.
• Mejora la salud: ayuda a reducir el colesterol y la presión arterial. Disminuye el ritmo cardíaco. Además, refuerza el sistema inmunitario.

Diversos estudios sobre el estrés han demostrado que los meditadores tienen un nivel de estrés entre un 30 y un 40% menor que los no meditadores con un estilo de vida similar.

También se ha demostrado que cuando se utiliza la respiración controlada durante la meditación, se observa un aumento del tamaño del hipocampo en cerebro, un área que se reduce cuando las personas tienen depresión o ansiedad.

La meditación es de una riqueza inmensa. Por el momento, esta es la teoría, porque es importante. ¡Luego llegará el momento de pasar a la práctica! Podrás empezar a meditar y disfrutar de los inmensos beneficios de este nuevo hábito de vida.

Depende de ti.

¿Qué lugar ocupa la meditación en tu vida en este momento? ¿Y qué lugar te gustaría darle?

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